18 Oct Fascitis plantar: cómo prevenir y tratar el dolor en la planta del pie
¿Qué es la fascitis plantar?
La fascitis plantar es la causa más común de dolor en la parte inferior del talón entre la población. La fascia plantar es un ligamento en forma de red que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies, funciona como un amortiguador y sostiene el arco del pie cuando caminamos.
Es una de las patologías ortopédicas más comunes entre la población porque los ligamentos de la fascia plantar sufren mucho desgaste durante la vida diaria. Demasiada presión sobre los pies puede dañar o desgarrar los ligamentos dando lugar a que la fascia plantar se inflame causando dolor y rigidez en el talón.
¿Cuáles son los síntomas de la fascitis plantar?
La principal molestia de las personas que padecen fascitis plantar es el dolor en la parte inferior del talón o también puede estar localizado en la zona inferior de la mitad del pie. Normalmente afecta solo un pie, pero hay casos en los que puede afectar ambos pies.
Suele empeorar el dolor cuando empezamos a caminar después de estar un tiempo en reposo y cuando nos levantamos por la mañana al dar los primeros pasos debido a que la fascia en reposo se contrae y cuando vamos teniendo actividad se va estirando dando la sensación de que disminuye el dolor para volver a aumentar según prolongamos la actividad y paramos, por ejemplo, después de practicar deporte o una larga caminata. Subir escaleras puede resultar muy difícil debido a la rigidez del talón.
Si no tratamos a tiempo la fascitis plantar puede tener un impacto negativo para nuestra calidad de vida y también afectarnos emocionalmente, ya que hay muchas personas que utilizan el deporte como mecanismo para aliviar el estrés o la ansiedad y al padecer fascitis plantar tienen que evitar cualquier actividad deportiva. Más adelante abordaremos los mejores tratamientos para curarlo.
Las personas con fascitis plantar no suelen sentir dolor durante la actividad, sino justo después de detenerla.
¿Porqué se produce la fascitis plantar?
Se produce como consecuencia de una sobrecarga gradual y progresiva sobre la fascia plantar que llevan a que ésta se inflame. Sus causas pueden ser:
Uso de calzado inadecuado
Si ha estrenado un calzado con una suela demasiado blanda o con poca sujeción del arco del pie corre el riesgo de sufrir una inflamación de la fascia.Profesiones o actividades donde se permanece mucho tiempo de pie
Estas personas están más expuestas a sufrir una sobrecarga en la planta de los pies.Problemas estructurales del pie
Las personas con pies planos, valgos o cavos puede sufrir esta patología.Sobrepeso
Puede ocurrir en algunas personas que aumentan de peso de manera repentina debido a que ejercen mayor presión sobre la planta del pie al caminar.Embarazo
Algunas mujeres sufren esta inflamación del pie debido al aumento de peso en la última etapa del embarazo.Deporte
La práctica de algunas actividades deportivas donde se golpea repetitivamente la planta del pie como: correr, saltar, bailar, etc…“No es común tener dolor al estar tumbados en reposo, si hay presencia de dolor en reposo debemos sospechar que es otra patología.
Pruebas y Diagnóstico
En primer lugar, se realiza un examen físico del pie, el especialista localizará los puntos de dolor y, si se trata de fascitis plantar, se detectará inflamación en la zona, enrojecimiento, sensibilidad al presionar el talón.
Si el dolor es muy intenso es conveniente realizar una ecografía para descartar una rotura o rotura parcial de la fascia plantar.
En algunos casos también se realiza una radiografía para determinar si hay un espolón calcáneo.
¿Es lo mismo fascitis plantar que espolón calcáneo?
Hace un tiempo se pensaba que las personas que tenían fascitis plantar era como consecuencia de tener previamente un espolón calcáneo, pero las recientes investigaciones lo desmienten, hay muchos casos donde se diagnostica fascitis plantar y en la radiografía no se visualiza un espolón calcáneo, por lo tanto se trata de dos patologías distintas.
Sin embargo, si una fascitis no se trata a tiempo o se vuelve crónica si que puede causar un espolón calcáneo.
El espolón calcáneo es un recrecimiento del hueso calcáneo que se crea en la parte posterior de la planta del pie y tiene forma de pincho o espina triangular, la causa más común de su aparición puede ser por la inflamación de la fascia tras recibir continuos micro-traumas debido a una fascitis crónica no curada a tiempo, el tejido no cicatriza con normalidad y empieza a depositar sales de calcio.
Tratamientos para curar la fascitis plantar
Fase 1
En la primera fase cuando el dolor acaba de aparecer es recomendable visitar al especialista en podología o traumatología que pautará un tratamiento y una serie de recomendaciones para disminuir la inflamación:
Mantener en reposo el pie el mayor tiempo posible.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos tipo ibuprofeno o naproxeno.
Aplicar hielo en la zona afectada durante 10 minutos 2 veces al día.
Evitar el uso de tacones, son recomendables los zapatos anchos, cómodos y que la suela tenga una buena amortiguación.
Ejercicios de estiramiento para hacer en casa, al final del articulo os enseñaremos cómo realizarlos.
Es importante realizar un estudio de la pisada con un especialista para detectar posibles anomalías biomecánicas al caminar.
Las plantillas a medida ayudan a evitar el estrés continuado de la fascia plantar y que la enfermedad no derive en una fascitis crónica
Fase2
En una segunda fase, pasado 15 dias si el dolor persiste, el especialista puede pautar otros tratamientos:
Ondas de choque: Las ondas de choque actúan sobre las células de proliferación y regeneración, se va a producir en el punto de aplicación un aumento de la formación de vasos sanguíneos por la micro-rotura de los capilares de tendón y hueso. El aumento de la circulación en la zona permitirá una recuperación más rápida.
Infiltraciones de corticoides: aunque en la mayoría de los casos es efectiva tiene algunas contraindicaciones con otras patologías y bastantes efectos secundarios por lo que no se recomienda abusar.
Terapias biológicas: es lo más novedoso para tratar la fascitis y otras patologías, la ventaja que tienen es que son menos invasivas y tiene menos efectos secundarios que los corticoides. Se trata de la Terapia Orthokine o suero autólogo condicionado.
Cirugía: se hace solo en los casos en los que el dolor es intenso o si no hay mejoría tras 6 a 12 meses con los tratamientos convencionales. Actualmente existen técnicas poco invasivas como la Cirugía MIS. Este tipo de cirugía consiste consiste en liberar parcialmente la fascia en la zona de su inserción en el hueso del talón donde está la zona dañada mediante pequeñas incisiones de tan solo 2 ó 3 mm.
Consejos para prevenir la fascitis
Evita el sobrepeso.
Usa siempre calzado adecuado, tanto para caminar como para hacer ejercicio.
No permanezcas mucho tiempo de pie.
Si haces ejercicio, combina actividades para reducir el impacto sobre la fascia.
Al correr, hazlo sobre terrenos blandos y lisos que son menos lesivos para la fascia plantar.
Proteger la zona con ortesis plantares personalizadas ayuda a amortiguar la pisada, sobre todo al correr.
No te olvides de los estiramientos, a continuación os contamos cómo hacerlos.
Ejercicios para mejorar y prevenir los síntomas de la fascitis plantar
1º Ejercicio nos ayudará a estirar la fascia plantar:
Realizaremos el estiramiento sentados con la ayuda de una simple toalla o banda elástica, colocándola bajo la superficie del antepié y sujetando los extremos con nuestras manos. Buscaremos realizar un movimiento de flexión en el que se acerque la punta del pie a la pierna, manteniendo la rodilla estirada.
2º Ejercicio para liberar presión y tensión en la fascia:
Se puede realizar sentado o de pie, consiste en rodar con la planta del pie una pelota tipo tenis o también se puede realizar con una botella de 50cl llena de agua congelada, así el frio nos ayudaría a rebajar la inflamación.
3º Ejercicio que ayudará a fortalecer la estructura y soporte del arco plantar:
Necesitaremos una toalla extendida en el suelo y el ejercicio consiste en agarrar y arrastrar la toalla hacia atrás con los dedos del pie.